Nott, A. Hayden | Procesando...

A. Hayden Nott

Datos psicológicos

No sé por qué él está en Gryffindor
Si hablamos de Hayden esa frase se repite una y otra vez, pues el moreno dista mucho de ser el típico Gryffindor caballeroso, encantado de la vida y con ganas de salvar el mundo. Él es una persona que de cara al público se antepone él a todos los demás, que te pondrá la zancadilla, te agarrará de la camisa y hará todo lo posible porque no te entrometas en su camino. Rara es la vez que Hayden muestre una sonrisa sincera y no esa mueca a la que llama sonrisa que mezcla el sarcasmo con la falsedad. Hayden está recubierto por una coraza que impide ver más allá de lo que él quiere que vean.

Y sin embargo tiene ese fuego que caracteriza a los Gryffindor, ese temperamento de saltar sobre el enemigo a la mínima que dañan a alguien que le importa, de apretar los puños y no ser capaz de dejar la cabeza fría hasta que el cuarto puñetazo se ha estampado sobre la cara de su adversario. Hayden posee la valentía natural de un Gryffindor, no esa de ir a una batalla sin pensar en que puede morir, Hayden aprecia demasiado su vida para hacer eso, su valentía es diferente, la suya es esa en la que defendería a sus seres queridos hasta el final, esa lealtad incondicional que le podría hacer arriesgar lo que más quiere: su propia vida, por salvar a otro.

Inteligente y astuto, Hayden necesita estar dos pasos por delante de los demás; tiene esa necesidad de encerrarse en una biblioteca durante horas y no salir de allí hasta estar seguro de que ha aprendido algo nuevo. Concienzudo en todo lo que hace, odia perder y sobretodo que sea porque él no lo ha dado todo, él cuando se propone algo o lo consigue o directamente no lo hace, no existen los términos medios, no existe el quedarse a medias o el haberlo intentado.

Ama al quidditch tanto como a las mujeres con la única diferencia de que al quidditch le ha sido fiel desde la primera vez que se montó en una escoba para jugar mientras que a ellas las ha usado y tirado en cuanto se ha cansado de ellas. Por norma general, las mujeres para Hayden han sido simples instrumentos para apaciguar sus hormonas revolucionadas, aunque eso no quita que sí que haya habido o habrá alguna que consiguiese entrar más adentro en su corazón de hielo.

Negativo por naturaleza, indescifrable en demasiadas ocasiones, autodestructivo y jodidamente conflictivo. Hayden no es una persona pacífica ni mucho menos y, por si eso fuera poco, posee un interruptor que activa de forma instantánea su ira: su primer nombre. Llámalo Ashley y prepárate para las consecuencias, porque llamarte gilipollas podría ser lo más suave que hiciera.

Mis padres debían de estar drogados el día que me pusieron el nombre
Y esa frase, que cuando está de buen humor y rodeado de amigos no se cansa de repetir es precisamente la que demuestra que detrás de sus palabras ácidas, su mal carácter y sus ganas de armar bronca, hay un chico que también sabe divertirse, gastar bromas y disfrutar de la vida al reírse de las pequeñas cosas de la vida.

Datos históricos

Cuando a tus espaldas llevas generaciones y generaciones de magos de sangre limpia casi siempre te encuentras en una familia en la que no tienes derecho a dar tu opinión y debes de seguir los pasos de tu padre como si la vida te fuera en ello; no puedes defraudar, no te puedes sublevar, solo puedes agachar la cabeza y acatar todo lo que se te ordena. Sin embargo Theodore Nott nunca fue un sangre pura usual y no se comportó así con sus hijos, aunque de vez en cuando sí que dejaba caer algo de lo que a él le habían enseñado. Así que aunque Hayden siempre pudo hacer lo que quisiera y hablar con quien quisiera desde muy pequeño ya tuvo implantada la semilla de que los magos sangre pura son, de alguna forma, superiores al resto.

Sin embargo, esa ideología que parecía estar completamente desarrollada e implantada cuando Hayden tenía seis o siete años recibió un duro golpe tras pasar varios veranos en la casa del hermano de su madre; quien se había casado un una mujer de sangre muggle y tenía una mente mucho más abierta que la madre de Hayden. Por eso, verano tras verano, Hayden fue librando una lucha interna cada vez peor, creer en lo que le habían enseñado desde que tenía memoria o traicionar a la familia y fiarse de lo que veía en casa de sus tíos. Nunca llegó a tomar esa decisión y actualmente aún sigue con esa duda en la cabeza. No obstante, esa lucha hizo que el día en que el sombrero seleccionador se colocó sobre su cabeza rompiera la tradición de ir a parar a Slytherin siendo enviado a la casa de los leones, o eso es por lo que él cree que está en la casa roja.